Inversiones al Servicio de La Vida (TedX Teopanzolco)

Laura Ortiz Montemayor
14 min readJul 2, 2020
Cherán, Michoacán 2015 Visitando por primera vez a Ejido Verde

Un verano de 2015 íbamos en carretera por los paisajes más frondosos y cautivadores del bosque de Michoacán para empezar a evaluar una inversión forestal con mucho potencial. Yo estaba sentada atrás en una camioneta pickup con Don Santiago . Cuando llegamos a nuestro destino Don Santiago se bajó de la camioneta de un brinco, lo cual me sorprendió y a mi me tomó más tiempo bajar desde tan alto. Don Santiago había bajado con la gracia de un grillo. Platicando con él me enteré que Don Santiago tenía 62 años y 5 bisnietos. Era un bisabuelo con la salud de un joven de 30 años!

Carretera y camino a Cherán, Michoacán 2015

Don Santiago vive en un paraíso llamado Cherán. Una belleza de lugar con todos los tonos de verde que alguien pudiera imaginar y el aire que respira es puro y fresco todos los días; Don Santiago no tiene carro; su cuerpo se ejercita diariamente durante su trabajo entre la caminata, plantar pinos, milpa, y subir las montañas. Su sabiduría y conocimiento de la naturaleza son infinitos, aunque no sepa leer o escribir. Habla tarasco/ purépecha y español. Ha ido sembrando varios pedacitos de bosque que va heredando en vida a sus hijos, nietos y bisnietos. Come todos los días tortillas de verdad, hechas a mano de granos de maíz naturales. Sus días inician siendo agradecido por todas las bendiciones y abundancia en la que vive.

Contaminación del aire en CDMX

Ese día nunca lo voy a olvidar porque me cuestioné todo. ¿Se pueden heredar los bosques? ¿Quiénes somos los verdaderos pobres? ¿Los que vivimos respirando aire contaminado con vista de una ciudad de cemento o Don Santiago? ¿En qué momento se nos ocurrió llamarle desarrollo, riqueza y crecimiento a la destrucción, la extracción, deforestación y el envenenamiento de nuestro aire y agua?

Polinización: uno de los servicios ecosistémicos de los que depende la vida.

Eso me puso a pensar ¿qué es lo que sostiene la vida humana, tu vida humana? Hay tantas cosas invisibilizadas desde el aire que respiramos, la polinización que sucedió para que hayamos comido, la fotosíntesis que transformó luz solar en mi comida y bebida, el amor y el cuidado que nos trajo hasta aquí hoy. Ese aire que estamos respirando lo hemos heredado.

¿Qué le heredaremos a las siguientes generaciones?

Estamos en un sistema donde nos han vendido que se puede salvar al mundo con tecnología o con crecimiento económico. Pero la vida humana que no es una certeza si no una posibilidad no se ha sostenido por tecnología o por crecimiento económico. Se ha sostenido por la biosfera que nos rodea y el cuidado que nos dan otros seres humanos desde que nacemos. Esos son los ingredientes clave reales que nos permiten estar vivos hoy y aquí y en los que deberíamos estar invirtiendo. Desgraciadamente estos factores han sido invisibilizados en el modelo económico actual que solo mide lo que se comercializa. La fuerza inmensamente sanadora que necesitamos para la recuperación de esta crisis hoy es el cuidado de los demás: un cambio de consciencia individual a la interdependencia y poner al centro la biósfera que nos brinda la vida. Nada más y nada menos!

Laura Ortiz en sus años de banquera en eventos de wealth management (2010) y obteninedo su primer certificación en la bolsa Mexicana de Valores como asesor en estrategias de inversión (2008).

Yo soy Laura, yo fui por algunos años banquera, y me tocó manejar inversiones de tesorerías corporativas, de gobierno y de familias de alto patrimonio. A pesar de que llegué a asesorar cientos de millones de dólares en esos años, yo no sabía de abundancia compartida, yo solo conocía un modelo económico basado en la escasez, sólo sabía vender transacciones cuyas profundidades y efectos secundarios no conocía.

A mi me educaron en un modelo económico que ciertamente ha creado empleos, y ha incrementado el tamaño de la economía 483% desde 1945 de acuerdo a las cifras de la universidad de Oxford, pero está contando como “desarrollo” a las guerras, a las enfermedades, y a todo lo que destruye nuestro planeta intencionalmente. Entonces lo que se mide como desarrollo o crecimiento no va en función de la salud, ni del bienestar o felicidad.

Vortex de capital con efectos cuestionables sobre la humanidad y el planeta.

El sistema actual de consumo infinito nos ha endeudado a todos, a los individuos, a las empresas, a los países, todos esclavizados a un sistema de deuda y por ende de control que nos obliga a consumir siempre más y comprar cosas que no necesitamos con dinero que no tenemos en un ciclo transaccional entre el ser y el tener. El punto al que hemos llegado hoy es el más desigual de la historia, el más contaminado, el más caliente y el más extraído. Hoy nos toca evolucionar.

Devastación de bosques en Canadá por procesos de arenas petrolíferas
Ataque de pánico (2013)

Cuando era banquera llegué a perder algo de salud por aferrarme al ranking de banqueros, por querer ganar más dinero sin saber a costa de qué se generaban las utilidades. Hasta que un día tenía 29 años y me dio un ataque de pánico en mi oficina. Pensé que me iba a morir. Tirada en la alfombra, me pregunté: ¿si me muriera mañana cuál había sido mi legado al mundo? ¿Hacer más rico al rico? ¿A eso vine al mundo? Me pregunté ¿qué había heredado yo? y me di cuenta que tenía un amor desbordado por la vida heredado de papá, mamá y abuelos, y que ese amor desbordado por la vida no lo estaba experimentando en mi trabajo. Y me pregunté ¿si había otra forma de invertir?

Tercer visita a Alternare A.C. en 2017: Uno de los lugares más sustentables de México con efecto multiplicador de campesino a campesino. (Zona Mazahua, cerca de Aporo, Michoacán).

Desde 2014 renuncié al banco y decidí que mi misión de vida es hacer que el capital le sirva a la humanidad y a los sistemas que dan vida y no permitir que el capital los gobierne. ¿Cómo poner el capital al servicio de la vida? Empecé a hacer algo que nunca había hecho: Me puse a escuchar campesinos y, comunidades locales que han sido desde siempre los guardianes de la vida, o sea de la biodiversidad, para empezar a entender a penas el principio de esta misión. Metí mis manos a la tierra, empecé a observar y conversar con Mazahuas, purépechas, pescadores, migrantes, retornados, mayas, tzotziles, tlaxcaltecas, personas previamente privados de la libertad, biólogos, con personas indígenas de varios países, y hasta con servidores públicos. También desaprendí y cuestioné un montón de paradigmas en los que fui educada que venían algo sesgados desde el norte global, y conocí gente muy distinta a mí, me salí por completo de mi zona de confort y me puse en zonas más incómodas de cuestionamiento profundo y lo sigo haciendo como hábito.

Me di cuenta de que no hay nada más alejado del campo que las finanzas y nada más alejado de los financieros que los campesinos, debemos reconciliar esta separación.

Hay una frase muy potente de Greg Bateson: “Los mayores problemas en el mundo son el resultado de la diferencia entre cómo funciona la naturaleza y la forma en la que la gente piensa” Las finanzas son una construcción social y la naturaleza trabaja muy distinto, por eso a los financieros nos urge conocer cómo trabaja la naturaleza. Siempre que tengamos dudas de qué será mejor para la humanidad en su conjunto, seguramente la respuesta está en la naturaleza pues es nuestra red de vida.

Crisis COVID vs recesión económica, v.s. crisis climática v.s. sexta extinción masiva: colapso de la biodiversidad.

La mayor crisis que afrontamos hoy en día (aún mayor a la pandemia) es la posibilidad de perder nuestra vida como especie humana por la crisis climática y la pérdida de biodiversidad o extinción masiva de las especies. Estas crisis existenciales están interconectadas entre sí con la de salud, la seguridad, y la de alimentación también. La buena noticia es que las respuestas también están interconectadas entre sí. Una de las respuestas más potentes a todas estas crisis es despertar a una consciencia más profunda que nos permita visibilizar el sistema en el que estamos y aprender de la regeneración de los ecosistemas con métodos como la agricultura regenerativa, la ganadería holística, las soluciones basadas en naturaleza, y esto puede significar la mejor oportunidad de inversión de nuestra generación. Solo la vida puede generar más y mejor vida.

La tierra guarda los secretos de la vida; es el origen de la civilización, de la economía, de la salud y además alberga una de las mayores soluciones a estas crisis.

La agricultura regenerativa y el manejo holístico de ganado son métodos integrales y conscientes que aumentan los recursos naturales en vez de agotarlos y a largo plazo son más rentables que el método industrializado sobretodo por la resiliencia que generan y porque no consumen tantos insumos externos. En México estos métodos los puedes encontrar en Alternare, Michoacán, Vía Orgánica, Guanajuato, en Sierra Gorda de Querétaro, o en Rancho el Yaqui en Chiapas, en Chihuahua, en Veracruz y hasta en la mismísima Ciudad de México.

Nosotros somos socios de la tierra. Todos y cada una de nosotros (tú y yo). Debemos aprender que la tierra tiene límites, aunque la ambición de la economía no los tenga. Algunos corporativos (los nuevos imperios de nuestra era) quieren reducir toda la red de la vida a un producto controlable, empacado en plástico para que todos los basureros del mundo tengan el nombre de su marca e inundar los mares con sus empaques para recordarle a las generaciones futuras quién lo hizo. “Commodity” le llaman al fruto del trabajo y sudor de las comunidades; A los corporativos y a los banqueros nos urge aprender de los campesinos para que todos sepamos reproducir vida en vez de reproducir capital estéril.

Tenemos todos una deuda enorme al planeta. Busquemos entender el equilibrio. Evolucionemos de pensar que la agricultura es un sector y que es deseable industrializarla. La agricultura no es un sector, es un eje transversal de vida que nos toca a todos por lo menos 3 veces al día.

Global Footprint Network

No necesitamos ser científicos para intuir, sentir y entender que ya tocamos los límites del planeta; hemos violado los techos ecológicos sin ni siquiera cubrir las necesidades básicas del ser humano y esto se manifiesta en deforestación, desertificación, sequías más prolongadas, desastres naturales de mayor escala, hasta en pandemias y en suma mayor riesgo global a la vida. Desde 1971 rebasamos la bio-capacidad material de todo lo que el planeta puede producir por año: eso se llama nuestra huella ecológica y cada año la hemos incrementado en consumo de energía, contaminación, basura y uso excesivo de químicos. Estamos consumiendo anualmente lo equivalente a 1.75 planetas cuando solo tenemos 1 (datos del Global Footprint Network). Hemos rebasado los límites materiales del planeta por estilos de vida excesivamente consumistas, hiper globalizados y desechables. Como dice Yayo Herrero, “El decrecimiento material del planeta no es una opción si no un dato.”

https://uxdesign.cc/the-time-for-environment-centered-design-has-come-770123c8cc61?gi=14c3e1b80a77

Estamos operando en un modelo centrado en el ser humano. ¿Por qué no tener un nuevo enfoque? De que los derechos son de todos incluyendo al ser humano, pero no como centro. Los humanos somos sólo una «hebra de hilo» de la red de la vida. Comprendamos que la vida en el sentido amplio abarca todo lo que está vivo. Nosotros como especie humana estamos interconectados a cada ser vivo desde el escarabajo y la ballena hasta el maguey y el coral. Esta noción de que el ser humano no es el centro ni el superior si no solo un hilo más del tejido es algo común en las filosofías ancestrales de los pueblos originarios del continente.

Gracias a este sistema económico centrado en el humano, hemos degradado el planeta y hemos puesto en riesgo su estabilidad climática entre otros factores. ¿Sabías que en México hemos llegado a temperaturas de 58º grados centígrados en los últimos años? Hasta se derritieron semáforos en Torreón. Tu dime ¿qué vida nos espera a nosotros y a nuestros hijos? Estamos en un cambio de era y el modelo extractivo de crecimiento infinito ya colapsó: Según el FMI el 90% de los países este año experimentarán un crecimiento negativo. Estamos tomando por sentado las cosas más necesarias para nuestra existencia como el aire limpio, y la temperatura.

Para construir una economía viva dentro de una que se está muriendo tenemos que entender las finanzas con nuevos ojos. Para que el capital sea regenerativo tenemos que empezar por invertir en ecosistemas sanos, que producen comida sana y por consecuencia sus habitantes estarán sanos. La salud del planeta y la de la humanidad son una misma salud.

La biodiversidad es el único sistema de vida. La red de la vida debería ser el punto de referencia de cualquier inversión, pues si perdemos la batalla de la biodiversidad, perdemos todas las batallas, pues estaríamos extinguiéndonos. La vida no debería ser una inversión opcional.

Afortunadamente ya están cambiando los paradigmas de inversión, empezaron a cambiar hace décadas pero algunos cambios al inicio, eran ajustes pequeños, lo más transformativo apenas está empezando a suceder, pero ya existen bancos que miden sus inversiones de acuerdo a los límites del planeta , ya hay fondos especializados en incentivar la regeneración del paisaje, ya empieza a aparecer la inversión activista por la justicia social, la inversión con perspectiva de género, la inversión de impacto, la infraestructura verde, y las inversiones regenerativas y hasta la descolonización de las finanzas. Estas corrientes ya están manifestándose en México y alrededor del mundo y este año es un punto de inflexión clave para el cambio de consciencia y paradigmas financieros, de inversión y de economía.

SVX.MX

Ken Boulding dijo que si alguien cree en el crecimiento infinito dentro de un planeta finito o está loco o es un economista. Felizmente ya hay nuevos economistas, con una visión diferente como Kate Raworth quién diseñó el modelo de economía de la dona basado en el balance. Kate nos recuerda que todo el crecimiento en la naturaleza tiene límites y que el único crecimiento exponencial en la naturaleza es el cáncer, por lo que nuestro modelo de crecimiento debe tener límites para que en vez de que los humanos seamos el cáncer, podamos ser una parte del sistema de sanación. Este modelo ya empezó a aplicarse en Holanda este año para la recuperación post-pandemia.

Para promover estos nuevos paradigmas de inversión desde 2015 inicié una empresa: SVX México en la que cultivamos inversiones de impacto social y ambiental en Latinoamérica, y buscamos colaborativamente provocar la transición de una economía extractiva a una regenerativa. En este camino aprendimos que necesitamos sistemas de financiamiento que distribuyen por diseño en vez de acumular y endeudar por diseño, que logren resiliencia ante la crisis climática, y restaurar la biodiversidad. El financiamiento regenerativo debe desaprender la visión de la industrialización masiva que genera enfermedad para aprender una visión más local y natural que genere salud para todos.

Espectro holístico de Inversión de Impacto por SVX México

En 2017 publicamos este espectro holístico de inversión donde ilustramos las inversiones que destruyen vida, las que extraen vida, las que extraen de manera más responsable y menos dañina, las que neutralizan su huella, las empresas sociales que cambian el propósito de la empresa para que no sea maximizar ganancias sino maximizar el beneficio social y ambiental; las finanzas transformativas que no solo se mueven por el propósito sino que además distribuyen la riqueza generada de manera justa para todos los involucrados, buscan que las comunidades no sean solo empleados, beneficiarios o clientes si no que dentro de lo posible sean dueños… y las inversiones que regeneran vida:

Laura en el vivero de Ejido Verde con Fredo Arias King

¿Cómo reconocemos una inversión regenerativa? Una inversión sostenible busca la supervivencia. Una inversión regenerativa busca la vida plena. Una inversión regenerativa huele a aire limpio, deja la tierra más fértil de lo que estaba el año anterior, sabe a agua limpia, une a la comunidad, reconoce y trabaja en sanar las heridas e injusticias del pasado. La inversión regenerativa no es un sueño guajiro, ya existe y es cada día más urgente que invirtamos en este cambio:

Dejemos de invertir en medicina y empecemos a invertir en salud genuina. Evolucionemos de un enfoque en crecimiento económico a un enfoque en plenitud. El mundo no necesita crecimiento infinito, si necesita entender los límites ecológicos y cómo poner el balance como un destino. Avancemos de acabar con la pobreza a compartir la prosperidad con todos y para todos.

Nuestro dinero no necesita retornos lo que necesitamos es seguridad, libertad y trascendencia. No nos obsesionemos con resultados de corto plazo que comprometen el futuro de largo plazo.

Nos toca aprender a amar radicalmente a la vida y a todo lo que está vivo. Nos toca hacer una transformación no solo en nuestra consciencia si no también en nuestra cartera, con las decisiones diarias de consumo y de inversión. No necesitamos ser ricos, necesitamos ser felices. La felicidad surge de la plenitud y la plenitud del amor. Y el amor nunca es mediocre, ni a medias si no una entrega completa. ¡No estamos aquí para hacer el mundo un poco mejor, estamos aquí para co-crear la mejor versión del mundo para todos!

Don Santiago en Ejido Verde

Regresando al día del bosque con Don Santiago les comparto algunos aprendizajes de mis últimos años a partir de esa reflexión de vida:

· Aprendí que la salud es la nueva riqueza,

· que nuestra verdadera deuda es hacia nuestro planeta, nuestro hogar,

· que nuestro verdadero capital es nuestro tiempo multiplicado por nuestra voluntad.

· Entendí que nuestro verdadero ahorro está en aprender de los miles de millones de años de sabiduría en la naturaleza.

· Aprendí que nuestra verdadera moneda es la confianza.

· Aprendí que el verdadero retorno sobre la inversión es una abundancia compartida que aún no hemos conocido por estar aferrados al retorno del dinero y a dividirnos en derechas e izquierdas, cuando todos somos seres humanos completos y hay que reconocernos como tal.

· Entendí que el banco más generoso de la historia de la humanidad ha sido la tierra a la que le depositamos una semilla y nos brinda alimento, sombra, belleza, sustento. Alimenta a todos de forma distributiva y guarda el agua para épocas de sequía.

La verdadera Herencia

· Y en cuanto a mi pregunta de la herencia, del legado que quiero dejar, de si Don Santiago podía heredar bosques: Me di cuenta que la biodiversidad, el aire limpio, la tierra fértil, el agua y sobretodo la unión entre nosotros son nuestros verdaderos activos heredables.

Por lo tanto, trabajemos en una regeneración a la altura de las circunstancias, no podemos aceptar nada menos que una inversión basada en el amor a la vida y solo así el cambio que hoy es tan urgente, se volverá absolutamente inevitable.

GRACIAS!

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Laura Ortiz Montemayor
Laura Ortiz Montemayor

Written by Laura Ortiz Montemayor

My mission is to ensure capital serves life. Impact investment advocate in Mx and systems entrepreneur founder of Svx.mx working for a Regenerative Economy.